jueves, 22 de julio de 2010

Adolescencia = Música. Prólogo

Off-fic: Bueno, he decidido hacer un fic by the vanilla (?) Me ha venido una iluminación divina desde el paraíso de los otakus y tengo inspiración. Bueno, comienzo *o*

Prólogo - Do.

Do... Re.... Mi... Desde lo más profundo de mi bajo, el sonido de esas notas consecutivas vibraban fría y gravemente dentro de mis tímpanos.
Sin duda, el bajo es mi instrumento. Discreto, pero imprescindible. Imprescindible no me considero, pero discreto.... Incluso tímido, sí. La vida que he ido llevando no ha sido para tirar cohetes, pero Sendai, mi ciudad, mi fuente de inspiración, sus luces.... Sí, es perfecta. Grande y completa ,con prados y praderas que no tienen nada que envidiar al paisaje cantábrico de España.
Mi nombre es Samui Ichinose, mi familia no es rica, pero somos honrados, ante todo. No he conseguido tener amigos hasta ahora.... Desde los 5 años el bajo ha sido mi mejor acompañante.
Mi aspecto físico es típicamente japones: pelo negro largo con flequillo largo, estatura media, ojos marrones verdosos y una mirada bastante inexpresiva.
Aquí, en Japón, es agosto y hoy comienzo a cursar bachillerato. El instituto es completamente nuevo para mí, por lo que estaré perdido.
Ahora son las 6 de la mañana.... Me levanto todos los días para venir al que he llamado Musiku Park, le he cogido mucho cariño. Lo que más me gusta es el enorme arbol que hay en una elevada colina el cual escalo y me siento en él para componer baladas sobre la soledad.
A veces tengo acompañantes como zorros, conejos... perros, etc. Me inspiran para componer y no son nada conflictivos.
Siempre que estoy aquí, en mi corazón convertido en piedra por las varias penurias de mi vida, puedo sentirlo, sí: el sentimiento oceánico... Cuando eso ocurre todo lo que te rodea desaparece y una banda de música acompaña tus canciones mientras una chica de baja estatura contempla emocionada el concierto que haces que en su cara se esboce una sonrisa.
La chica parece real, por lo que a veces pienso que es un sueño.... ¿Será que el sentimiento oceánico pretende mostrarme mi verdadero amor? No lo sé. Solo sé que es la mejor sensación que tengo durante mi vida...
Las 7:30.... Me da tiempo.... a cantar mi nueva canción:

Desde lo alto de un arbol
dislumbro un zorro caminante.
Su pelaje parece bronce,
su cara la viva imágen de la soledad.
En sus ojos negros azabache,
una lágrima dibuja un sendero de dolor.
Ese zorro está triste,
ya no lo puede soportar

Con mis alas de ángel,
con bajo en mano,
salto hacia su posición.
Está aturdido,
a punto de desmayarse.
Lo pongo en mi regazo,
para su joven vida resucitar.
No hay nada que hacer...
El zorro ha muerto.
La lágrimas inundan mi cara...
Ya estoy solo otra vez.

Al terminar la canción.... Contemplé al sol recién despierto... No brillaba mucho... Necesita una ducha... Aunque... creo que mis ojos lo ven así porque están llorando...
Bueno.... Es hora de ir al instituto. Veamos si la suerte me apremia y cambia un poco mi vida porque vamos...
Camino al instituto me quedo embobado mirando las vistas del río que cruza la ciudad desde la cuesta que va directa al enorme portón del colegio.
''Sendai Gakuen to'' Muy original. Se han desgastado pensando el nombre.
Al entrar veo un enorme espacio de cesped donde se puede ver a varios corrillos de amigos charlando y risoteando. Qué envidia...
A la izquierda de ese gran patio, había 3 módulos donde se puede cursar la ESO y Bachillerato.
Los uniformes son bonitos: Una chaqueta azul verdosa y debajo una camisa blanca con el escudo de la escuela. Los pantalones a conjunto con la chaqueta, tenía una cadena colgada al lado derecho. Es lo más moderno que he llegado a ver en cuanto a uniformes se refiere.
En la entrada del módulo 1 había un guirigay de gente ansiosa por ver las listas y mira a ver si le ha tocado en la misma clase que algún amigo. Esos pensamientos no pasan por mi cabeza, sólo deseo que no me toque el típico macarrilla de turno que va con la camisa desabrochada en señal de rebeldía... Son un asco.
Dentro de la multitud que arrasaban las listas, escuchaba los quejidos de una voz para nada grave. De repente, de entre dos chicas abrazadas de la alegría porque les ha tocado en la misma clase, un chico bajito, rubio y con unos característicos ojos azules cayó al suelo quejándose de que le dolía el culo.
No tardé en socorrerlo, parecía tan inocente. Le extendí la mano con cara amable y el la tomó tímidamente.

- Debes de tener más cuidado para la próxima pequeño - le aconsejé mansamente.
- E... Esto... Es que estoy un poco perdido. V-vengo de Finlandia por trabajo de mis padres y no he tenido más remedio que aguantarme e intentar adaptarme - dijo con los ojos mirando hacia abajo y sonrojado.
- Bueno, lo entiendo.... ¿Cómo te llamas? - pregunté amablemente
- Mi nombre es Martin Everdeen - respondió con orgullo.
- Es un nombre chachi... En japonés se pronunciaría Maatin .... ¿Te parece si esperamos a que se disperse un poco esto y miremos tranquilamente las listas? No hay prisa alguna, hasta las 12 no es la presentación. Puedo llevarte a un buen sitio para conocernos mejor, ¿quieres?
Me sentía diferente. Nunca había hablado así con una persona... Será porque sus circunstancias son algo parecidas a las mías.

- Oooooooooh, ya tengo un amigo... ¡GUACHI! - exclamó brincando - ¿Y dónde me llevarás?
- Ah... Es un secreto - anuncié guiñando un ojo -







Fin Prólogo de ''Adolescencia = Música''

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